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Suzanne Valadon: una artista sin límites
Artículos | 31 ENE 2024 Por Valeria Correa

A lo largo de la historia es difícil encontrar espíritus tan libres como los artistas entre otras personalidades históricas. Sin embargo, incluso los artistas vivían diferentes tipos de limitaciones que marcaban pautas a su creación artística, como: patrocinios, censura de la época, estrato social y, sobre todo, diferencias por género.

Todos esos aspectos jugaron en contra de Suzanne Valadon al inicio de su vida, pero supo moverse en su entorno y cambiar sus circunstancias a su favor. Nacida en París, fue hija única de una madre soltera con la que enfrentó diversas dificultades, principalmente las económicas. Su madre trabajaba como lavandera y vivían humildemente en Montmartre, sin embargo crecer en ese barrio fue lo primero que jugó a favor de Suzanne. El ambiente bohemio, los bares, cabarets, los artistas y las actividades lúdicas fueron dejando huella en ella, desarrollando su faceta de pintora.

La entrada de Suzanne como agente activo de ese ambiente, fue cuando se unió a un circo a la edad de 15 años y trabajó como trapecista ahí, hasta que tuvo una caída en una práctica y tuvo que dejar ese trabajo. Sin embargo, esto fue parte de lo que llevó a Valadon a trabajar como modelo para artistas y así comenzó a vivir de ese mundo.

Rápidamente se volvió famosa entre los artistas y cotizada para modelar, puesto que no solo era joven, tenía una gran belleza complementada por unos ojos azules con mirada penetrante que inspiraba a cualquiera. Esto no solo le ayudó a acercarse a la pintura, sino también a sobrevivir y sustentarse, lo cual no era fácil considerando que a la edad de 18 años trajo al mundo a su único hijo, Maurice Valadon, quien mas tarde se convertiría en el conocido artista Maurice Utrillo.

Suzanne no tuvo una educación artística formal en ninguna academia y sus inicios no fueron con la pintura, fueron con el dibujo; aprendió técnicas observando a los artistas para los que modelaba y decidió practicar por si misma. Entre los artistas para los que modeló se encuentran: Renoir, De Chavannes, Degas y, por su puesto, Toulouse-Lautrec.

Lautrec fue quien alentó a Valadon a intentar seriamente una carrera como artista, admiraba las líneas, la calidad en ellas y la sensibilidad con la que Suzanne representaba las cosas que observaba. Al ver la cantidad de potencial y mérito en Valadon, Lautrec decidió acercarla a un artista que, por su estilo, era más indicado para ayudar a la joven que comenzaba a manifestar el suyo, así que le escribió una carta de recomendación para que Degas la aceptara como alumna.

Degas pudo reconocer en Valadon todo lo que había prometido Lautrec y así comenzó el viaje de la artista. Primero se enfocó en los dibujos y cuando no tuvo objeciones respecto a sus avances, experimentó el color y sus posibilidades sumando el uso de colores pastel a sus composiciones. Valadon es conocida por tener una visión íntima de cada momento, las personas y el cuerpo, mientras que al mismo tiempo maneja una paleta brillante y rica, más representativa que realista.

Los temas que pintó fueron algo revolucionarios para su época, no porque nadie los haya hecho antes, sino porque no estaban permitidos para las mujeres, específicamente el desnudo. A diferencia de Morisot y Cassatt, Valadon no era parte de una familia que formara parte de la esfera social burguesa, por lo que no había presión ni reglas sobre ella que le prohibieran experimentar con la pintura más allá del paisajismo, los bodegones y el retrato.

Valadon sí pintó los temas anteriores, pero era polémico que pudiera pintar desnudos y no solo eso, realizó tanto femeninos como masculinos. Además, era tan polémica en la pintura como en su vida privada, sin embargo, esto no le impidió gozar de éxito en su carrera y llevar una vida sin verdaderas preocupaciones económicas. Incluso llegó a ser la primera mujer en administrar la Sociedad Nacional de Bellas Artes.

Se convirtió en una personalidad imprescindible en la escena del arte en París, sobre todo en la pintura, y llevó una vida en la que las ataduras que sus contemporáneas enfrentaron no pudieron con ella. Creció en una situación complicada, se volvió madre soltera y nunca tuvo un trabajo seguro, pero su talento, intelecto y habilidad para crear buenas relaciones la llevaron a una vida por completo diferente.

A su funeral asistieron varios de sus amigos artistas, entre estos: Picasso, Derain y Braque. Y gracias a su amplio circulo social, hoy en día sabemos aspectos de su personalidad, como por ejemplo que sin importar cuan despreocupada era en aspectos personales, fue extremadamente perfeccionista en su trabajo y su personalidad extravagante, se manifestaba en múltiples aspectos de su vida. Es por ello que Valadon pudo convertir en fortalezas cada desventaja que se le presentó, logrando que su paso por la vida fuese tan diferente al de cualquier otra artista y cualquier otra mujer como para pasar a la historia.

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